domingo, 1 de agosto de 2010

Te Quiero Más II

Lo que escribió Manuel (Parte II):


  Estaba nervioso, había estado esperando este momento todo el día. No sabía cómo exactamente pero hoy iba a decirle todo lo que siento por ella, quería contarle que hace tiempo ya no puedo evitar ponerme nervioso al verla y que cada vez que me acerco a su boca se la deseo de una manera increíble.
  La vi parada esperándome en nuestro lugar de siempre, al lado de las bicicletas, para irnos a casa caminando juntos luego de una larga y aburrida mañana en el colegio; estaba preciosa, tan preciosa como cada día.
  Me acerqué y la saludé bastante frío y nervioso, le hice una seña y simplemente empezamos a emprender el camino de vuelta a casa en silencio. Pensaba y pensaba pero no me salían las palabras que buscaba para poder comenzar una conversación.

- Bueno - Comenzó rompiendo el silencio - ¿Qué tal hoy?
- Bastante aburrido - Me encogí de hombros- ¿Tu examen?
- Fácil se tra...
- Inglés siempre es fácil para vos - Le dije en tono burlón mientras la emujaba suavemente
- Tonto - Me sacó la lengua
- ¡Retirá lo dicho! - Amenacé
- ¿O qué? - Me miró desafiante
- Te voy a...
-¡Vas a tener que alcanzarme primero! - Interrumpió

  Se giró y empezó a correr en dirección a la plaza que teníamos cerca que estaba exactamente a cuadra y media de donde estábamos en ese momento. Aceleré el paso y pude ver como me acercaba de a poco hacia ella hasta que la alcancé y la agarré de la cintura haciendo que ambos nos cayéramos al suelo mientras comenzaba a hacerle cosquillas.
  No podía evitar sonreír al verla rogar que parara, era demasiado hermosa cuando se reía y el sonido de su risa era lo que mas me gustaba escuchar. Me quedé perdido en su risa siempre y ella aprovechó mi momento de debilidad para hacernos girar en el pasto de modo que ella quedara sentada ensima mío y yo quedara boca arriba mirándola.

- ¡Aimée pará por favor! - Le pedí
- No - Dijo mientras continuaba riendo
- ¿No? - Me puse serio y luego hice fuerza para volver a quedar sobre ella - ¿Quién gana ahora?
- Por favor - Rió - ¡En serio pará!
- Rendite
- Nunca
- Entonces no - Continué con las cosquillas-
-¡Me rindo, me rindo! - Oí que gritaba
- Así me gusta - Sonreí

  Me puse de rodillas sobre el pasto y luego me paré, estiré mis brazos mientras le hacía una seña para que me tomara de las manos y así la ayudara a levantarse. Cuando nos paramos fue todo como si el mundo se detuviera, mis manos siguieron sosteniendo las suyas y ambos estábamos en silencio.
  Mi corazón se agitó y sentí que el ambiente volvía a estar tenso, traté de respirar profundo para relajarme. Era ahora o nunca, tenía que decirle.

- ¿Pasa algo? - Preguntó mordiéndose el labio de esa forma que a mí me vuelve loco
- Es que... - Solté sus manos y me alejé un poco sacudiendo la cabeza - No pasa nada
Mejor no arruinar la amistad, era mejor que no lo supiera.
- No decime - Me pidió con voz preocupada - Sabés que te puedo ayudar
- No sé - Dirigí mi mirada al suelo - Es que me da algo de vergüenza
La verdad es que algo se quedaba demasiado corto, sentía mucha vergüenza.
- Mirá nos sentamos por allá - Señaló un banco verde - Y me contás ¿dale?
- Está bien - Me resigné y la seguí.

  Me senté duro, nervioso; ahora que había empezado ya no había vuelta atrás. Ella esperaba en silencio y me miraba con ojos curiosos, no tenía ni idea de lo mucho que me costaba decirle lo que iba a contar y de lo mucho que dudaba. No quiero arruinar esto, prefiero tenerla como amigo a no tenerla para nada.

- Me gusta una chica - Solté en un suspiro tratando de decirlo rápido
- ¿La conozco? - Pregunto
- Si, la conocés - le aseguré
- ¿Eso era? - Puso cara de que no era nada del otro mundo por lo que vi que no había entendido
- Si
- Pero no entiendo - Sacudió la cabeza - ¿Qué tiene eso de malo?
- Es que ella no me quiere de ese modo
- Ninguna chica podría no quererte de ese modo - Me explicó - Sos demasiado genial
- Pero ella no me quiere - Negué - ¿A vos te gusta alguien? - Pregunté tratando de centrarme en ella
- Si pero a mí en serio no me quiere de ese modo - Inhaló y exhaló - ¿Vas a hablar con ella?
- Ya lo hice y me dijo que le gusta otro chico
- ¿¡Cuándo le dijiste!? - Exclamó sorprendida
- Acabo de hacerlo - La miré a los ojos con una sonrisa pero se quedó paralizada y mi sonrisa desapareció - ¿Ves? Esto me daba miedo. Espero que esto no arruine nuestra amistad porque podemos seguir siendo amigos si...

  Sentí como tomó mi cara entre sus manos y me calló de un beso, sus labios aplastaban los míos con suavidad a pesar de que se notaban sus nervios por lo que traté de relajarme mientras pasaba mis manos por su espalda hasta que se afirmaron allí.
  Me separé de a poco, regalándole pequeños besitos en las comisuras de los labios, mejilla y cuello; estaba feliz y se notaba en una sonrisa que se estiraba por toda mi cara: luego le acomodé el pelo atrás de la oreja haciendo que quedara al descubierto esa preciosa mejilla ruborizada ante mi gesto.

- Aimée - Esperé un instante - Te quiero - Le confesé - Te quiero y mucho
- Manuel - Ella se río - Te quiero más - Le besé la oreja de forma tierna
- No me discutas - Dije serio - Yo te quiero más

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